Estrategias

Para lograr esto es necesario implementar estrategias o prácticas inclusivas en el aula. Tony Booth y Mel Ainscow (2000) plantean un conjunto de indicadores que caracterizan las prácticas inclusivas en el aula y que habría que tener en cuenta para progresar en esa dirección.
• Las clases responden a la diversidad de necesidades, intereses y estilos de aprendizaje de los alumnos.
• Los contenidos y actividades de aprendizaje, son accesibles para todos los alumnos.
• Se direccionan actividades que promueven la comprensión, la aceptación y valoración de las diferencias.
• Se promueve la participación activa y responsable de los alumnos en su aprendizaje.
• Las actividades favorecen el aprendizaje cooperativo entre los alumnos.
• La evaluación estimula los logros de todos los alumnos.
• La disciplina en el aula se basa en el respeto mutuo.
• La planificación, desarrollo y revisión de la enseñanza se realiza en forma colaborativa.
• Los profesores favorecen la participación y proporcionan apoyo al aprendizaje de todos los alumnos.
• Los profesionales de apoyo facilitan el aprendizaje y la participación de todos los alumnos.
• Las tareas y trabajos para el hogar contribuyen al aprendizaje de todos los alumnos.
• Todos los alumnos participan de las actividades que se realizan fuera del aula.
Ahora una educación intercultural e inclusiva no es suficiente, sino está ligada a unas reformas o políticas educativas y de estado que fomenten una participación activa, justa y equitativa en igualdad de oportunidades a todos los actores inmersos en los procesos de enseñanza y aprendizaje; Como dice Mary Nash (1999), la pedagogía de la interculturalidad no se limita, solo, al ámbito de la escuela, sino que implica a la sociedad en su conjunto en una dinámica relacionada con la justicia social, el desarrollo de la ciudadanía, la democracia participativa y la eliminación del sexismo.
La unificación de todos estos aspectos llevará a que todos los actores inmersos en los procesos de enseñanza y aprendizaje construyan relaciones asertivas en los que la interacción en una convivencia valorativa, integradora y respetuosa de las diferencias forme una sociedad democrática idónea, justa, equitativa e inclusiva libre de prejuicios discriminatorios de cualquier índole.
- Nash, M. (1999). "Prefacio". En: Kincheloe, J. L. y Steinberg, S. R. (1999). Repensar el multiculturalismo (9-17). Barcelona: Octaedro.